La relatora especial de la ONU sobre el derecho a la privacidad urge a actualizar los principios rectores para el tratamiento de datos personales informatizados
En su último informe a la Asamblea General, Ana Brian Nougrères, relatora especial sobre el derecho a la privacidad, propone una actualización de las directrices internacionales para el tratamiento adecuado de datos personales informatizados y exhorta a los Estados a adoptarlas.
«Insto a los Estados a incorporar estos principios rectores actualizados, contenidos en las recomendaciones de mi informe, que abordan conceptos clave como la legalidad, la proporcionalidad, la no discriminación, las protecciones especiales para datos sensibles y de menores, la confidencialidad, la transparencia y la rendición de cuentas, y a revisar sus respectivas legislaciones nacionales»
Durante la presentación del informe, Brian Nougrères subrayó que, tras décadas de avances tecnológicos, es fundamental que las instituciones se adapten a la realidad socio-tecnológica del siglo XXI. En el informe, menciona cómo Internet, las redes sociales digitales, la recopilación masiva de datos (big data), la computación en la nube, la inteligencia artificial, los teléfonos inteligentes, la realidad virtual y las neurotecnologías plantean nuevos desafíos para la protección de datos personales y la privacidad.
Por ello, la relatora urge a abrir el proceso para actualizar la Resolución 45/95 de la Asamblea General, de diciembre de 1990, sobre «Principios rectores sobre la reglamentación de los ficheros computadorizados de datos personales», a fin de garantizar que las leyes nacionales incluyan salvaguardas mínimas para el tratamiento adecuado de datos personales y la protección del derecho a la privacidad.
Además, la pidió la inclusión de una cláusula humanitaria que obligue a los Estados a adoptar medidas especiales sobre el procesamiento de datos personales para facilitar la acción humanitaria en contextos de conflicto, violencia, desastres naturales o emergencias. Este informe representa un paso crucial hacia la modernización de las normas de privacidad y protección de datos, alineándolas con las realidades contemporáneas y los desafíos que presenta la tecnología actual.