Comunicado respecto a la detención de Nagore Lopez, Oihana Barrios, Fernando Arburua e Izaskun Abaigar en el marco de la denominada «?Operación Pastor»
Las organizaciones abajo firmantes desean expresar su más honda preocupación ante la noticia de la detención de Nagore López de Luzuriaga (Psicóloga), Oihana Barrios Salinas (Psicóloga), Fernando Arburúa (Psicólogo) e Izaskun Abaigar (Trabajador Psicosocial).
Se trata de profesionales de reconocida trayectoria en el campo del trabajo en salud y derechos humanos, que han venido desarrollando una labor tenaz, profunda y comprometida ampliamente reconocida a nivel tanto personal como profesional. Miembros destacados de sociedades médicas, docentes universitarios de pre y postgrado, expertos forenses y consultores nacionales e internacionales en el trabajo con supervivientes de tortura, pero ante todo, profesionales que han demostrado a lo largo de años su profunda calidad humana y una sensibilidad y una dedicación completa hacia sus pacientes.
La razón por la que han sido detenidas es extremadamente preocupante. Han sido detenidas por el hecho de atender y acompañar a personas de todos los sectores sociales y políticos incluyendo a personas vinculadas al movimiento abertzale. Personas que estuvieron detenidas o presas o lo están aún con problemas médicos o psicológicos y familiares de personas que han estado o están presas: hijos, hermanos, parejas y padres.
El hecho de que un profesional de la salud pueda estar bajo sospecha por el simple hecho de ejercer su trabajo es preocupante. Que además se puedan incautar sus historias clínicas y expedientes médicos y psicológicos que contienen información personal y privada de terceros, vulnera los derechos de ellos como profesionales y los de sus pacientes y sienta un grave precedente de criminalización del trabajo en salud.
Su esfuerzo de documentación científica de las secuelas médicas y psicológicas de la violencia y el esfuerzo de años en tender puentes y en construir espacios de diálogo, de tolerancia y de acercamiento en medio del dolor, han merecido el respeto de quienes les conocemos y admiramos por la dificultad del trabajo que realizan y el carácter incómodo pero necesario y en cualquier caso insustituible de su labor. En la detención de Oihana, Nagore, Fernando e Izaskun vemos como se coarta la libertad profesional y se estigmatiza a profesionales de trayectoria intachable.
No puede resultar ajeno el hecho de que los profesionales detenidos sean conocidos nacional e internacionalmente precisamente por su trabajo de documentación de los malos tratos y la tortura en que han estado implicados fuerzas de seguridad y que hayan actuado de expertos en juicios por dicha causa. Que su trabajo científico como forenses haya sido elogiado por el relator especial contra la tortura de Naciones Unidas o por el Consejo Internacional para la Rehabilitación de Víctimas de Tortura entre otros, o que formen parte de diversos proyectos internacionales de trabajo con víctimas de violencia.
Las organizaciones abajo firmantes consideramos que hoy es un día triste para la defensa de los Derechos Humanos. Un día triste para quienes trabajamos y trabajaremos con las víctimas de vulneraciones de derechos básicos desde una perspectiva psicosocial, para quienes realizan investigaciones independientes que huyendo del uso político de las víctimas, intentan que pueda construirse un futuro en que pueda hablarse de todo y hacerlo en libertad, con normalidad y mirando de frente a la realidad y a la historia. Rechazamos toda forma de criminalización de las personas y organizaciones que se dedican a la defensa de los derechos humanos desde el ámbito jurídico, psicosocial, comunicativo o de cualquier otra índole.
Si ellos son sospechosos por su trabajo, cualquiera puede serlo. Todos nosotros lo somos.
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Coordinadora per a la Prevenció de la Tortura |