El informe de la Relatora Especial sobre libertad de expresión de la ONU refleja los obstáculos que sufren las mujeres a la hora de expresar sus opiniones en espacios públicos
La Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión de la ONU, Irene Khan, publicó un informe para presentar ante la Asamblea General que refleja los desafíos a los que se enfrentan las mujeres al ejercer su derecho de libertad de expresión en los espacios en línea y fuera de internet.
En el mismo, la Relatora analiza la censura por razón de género y afirma que la violencia sexual y de género se emplea para acallar o suprimir las expresiones que manifiestan inconformismo o que transgreden las normas patriarcales y heteronormativas.
Explica que la tecnología digital juega un papel fundamental en la propagación de esta violencia contra las mujeres. No solo reproduce en el espacio digital y a mayor escala las desigualdades y peligros a los que se ven expuestas las mujeres en el mundo real, sino que también estas amenazas gestadas en el mundo digital pueden derivar en violencia en el mundo real.
Además, la Relatora Especial se centra en las disparidades en el acceso a Internet, asegurando que esta desigualdad implica un obstáculo para el empoderamiento de las mujeres, especialmente de las que están excluidas de otros espacios públicos, como LA personas de género no conforme o jóvenes de sociedades tradicionales. Afirma que, a nivel mundial, solo el 48% de las mujeres tienen acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones, proporción que en África desciende al 23%.
El informe describe otras problemáticas como la desigualdad en el acceso a la información, los ataques a periodistas, defensoras de derechos humanos y activistas feministas o el aumento desmedido del discurso de odio en línea.
Para concluir, Irene Khan pone énfasis en el hecho de que la igualdad de género y la libertad de expresión se refuerzan mutuamente y son indivisibles. Afirma que los Estados deberían reconocer que la no discriminación y la inclusión son elementos centrales de su deber de respetar, proteger y hacer efectivo el derecho a la libertad de opinión y de expresión. En este sentido, delinea una serie de recomendaciones específicas dirigidas a los Estados, la comunidad internacional y las empresas a fin de crear un entorno propicio y un espacio digital seguro para que las mujeres gocen plenamente y en igualdad de condiciones de la libertad de opinión y expresión.
El informe resulta de suma importancia por referirse por primera vez a la estrecha relación entre la libertad de expresión y la igualdad de género, definiendo pasos a seguir concretos que la comunidad internacional, los Estados, y la sociedad civil deberían respetar para lograr una mayor igualdad de género en el acceso y participación en espacios públicos en línea y fuera de Internet.