Firma del manifiesto ‘Ninguna guerra parará el terrorismo’

Más de quince asociaciones, entre ellas el  Institut de Drets Humans de Catalunya, suscriben el manifiesto 'Ninguna guerra parará el terrorismo'  en solidaridad con  todas las víctimas de la guerra y el extremismo violento. El comunicado, promovido por NOVACT- Instituto Internacional para la Acción Noviolenta, rechaza recurrir a las soluciones militares para acabar con el terrorismo porque son incapaces de hacer frente a las causas y a los procesos que engendran el problema. El manifiesto aposta por las estrategias de construcción de paz dirigidas a fomentar una gobernabilidad inclusiva. Dar respuestas a las necesidades y garantizar una seguridad global son mucho más efectivas que los bombardeos para acabar con el extremismo violento y el terror. 

Los gobiernos preparan costísimas intervenciones militares, mientras recortan los presupuestos para dar apoyar las medidas necesarias para poner fin a los conflictos. En consecuencia, las agencias responsables de ofrecer respuestas civiles no disponen de los mínimos necesarios para dar respuesta a las necesidades humanitarias, de desarrollo y de gobernabilidad que asolan nuestro planeta.

Anter la inminente actuación violenta por parte de los gobiernos, el objetivo de esta declaración es realizar un llamamiento global para promover un nuevo enfoque eficaz y responsable para superar al extremismo violento. El texto insta a los ciudadanos y líderes del mundo a actuar para comprometerse con la construcción de paz para acabar con todas las guerras. Para hacerlo, es vital promover el respeto por las otras creencias y fomentar la diversidad. La religión no es el factor clave para explicar el aumento del extremismo violento. Las motivaciones religiosas se entrelazan con motivaciones socio-económicas, políticas, étnicas o identitarias, y es necesario trabajar desde todas las creencias para construir la paz.

El extremismo violento prospera allá donde existe injusticia y los gobiernos desaparecen o son vistos como ilegítimos. Por eso, los líderes deben ser abiertos, incluyentes y responsables, que garanticen los derechos de las minorías y promuevan un auténtico compromiso con la práctica de los valores democráticos y los derechos humanos, como también que garanticen el acceso a la cultura y a la educación de sus ciudadanos para impulsar la igualdad de oportunidades. 

Es necesario acabar con los bloqueos políticos e institucionales que impiden resolver el conflicto. Plantar cara a las ocupaciones militares, dar respuestas solidarias a las crisis humanitarias y proteger a los refugiados. Por último, el manifiesto también hace un llamamiento a suspender el comercio armamentístico, a realizar una revisión de los códigos de conducta y de los acuerdos de cumplimiento para asegurar que los estados y las empresas cumplan con su obligación de no suministrar armamento a países que fomenten la guerra y el terrorismo. 

Este es un inicio de un movimiento ciudadano global, al que todos pueden sumarse, para acabar con el extremismo violento y el terrorismo, sea de los estados o de organizaciones.